Bienvenidos nuevamente a este tu espacio, en Explora CDMX, donde podremos comentar los movimientos celestes de las próximas semanas, para integrarlas a nuestro día a día.

La astrología no es sólo un mapa de estrellas, es una herramienta para entender cómo las energías del cosmos influyen en nuestro bienestar emocional y mental. En estos tiempos de cambio, con tránsitos como Neptuno y Saturno en Aries, y  Urano en Géminis, es importante reflexionar sobre cómo estas fuerzas impactan no solo a nivel global, sino en nuestras vidas cotidianas.

Mi intención es compartir este conocimiento para que, a través de él, encuentres claridad, equilibrio y herramientas para cuidar tu bienestar emocional y mental en medio de estos movimientos cósmicos. Más que predecir, quiero acompañarte a navegar estos ciclos con conciencia y empoderamiento.

2025 promete ser uno de los años más dinámicos y transformadores de esta década.

Plutón ya está entrando de lleno en Acuario. Este planeta es súper transformador, como cuando limpias a fondo y sacas todo lo que ya no sirve.

Acuario tiene que ver con lo colectivo, la tecnología y cómo conectamos con los demás. Así que se espera que haya cambios importantes en temas de comunidad, innovación y hasta en cómo vemos la libertad personal.

El 30 de marzo Neptuno entra en Aries, que es un signo de acción y liderazgo, la energía onírica de Neptuno se vuelve más directa. Nos invita a soñar en grande, pero también a actuar para manifestar esos sueños.

Muchas personas pueden comenzar a buscar un propósito más auténtico en su vida, pero ya no desde el “zen” pasivo, sino desde el “voy a hacer algo al respecto”.

El 24 de mayo Saturno entra en Aries. Saturno es el maestro, el que pone límites, y Aries es impulsivo, atrevido, un signo de comienzos. Este tránsito nos empuja a tomar responsabilidad por lo que queremos iniciar, pero sin saltarnos pasos. Es un "hazlo, pero hazlo bien". También puede sentirse como un momento de madurez en lo personal, porque nos pide ser valientes, pero también pacientes.

El 7 de julio Urano entra en Géminis, imagínate avances locos como hologramas que reemplacen las videollamadas, o tal vez un sistema educativo que sea completamente virtual e interactivo. Pero también, por otro lado, puede generar caos en la información: noticias falsas, teorías conspirativas o cambios radicales en cómo nos comunicamos. También se puede ver una explosión de creatividad en escritura, ciencia, y hasta en la forma de contar historias.

Estos tránsitos pueden impactar muchísimo en lo personal y colectivo. Algunas personas podrían sentirse súper motivadas para enfrentar sus miedos y sanar heridas emocionales, pero puede haber un aumento en la frustración si no se ven resultados rápidos. El signo de Aries no es muy paciente, y esto podría generar más ansiedad o impaciencia en temas de bienestar emocional.

Urano trae cambios rápidos e inesperados, así que podríamos ver picos de estrés relacionados con la sobrecarga de información. El bombardeo constante de noticias, redes sociales y opiniones podría saturar a muchas personas, aumentando casos de ansiedad, confusión o incluso aislamiento social.

Saturno en Aries nos pone frente a nuestros límites personales, lo que puede ser duro si alguien está evitando enfrentarse a sus propios retos o responsabilidades. La presión por "madurar" y tomar acción puede sentirse abrumadora para quienes no están emocionalmente preparados, desencadenando momentos de inseguridad o incluso depresión si no cuentan con herramientas para manejarlo.

El lado positivo, es que estas energías podrían empujar a la humanidad a enfocarnos más en el cuidado de la salud emocional y mental. Podrían surgir nuevos enfoques terapéuticos, más herramientas digitales para el bienestar, o incluso movimientos sociales que promuevan la acción consciente sobre estos temas.

Recomendación:

Vivir en el aquí y ahora es esencial porque nos permite conectarnos con lo que realmente está sucediendo, sin quedarnos atrapadas en el pasado ni preocupados por el futuro. Cuando vivimos plenamente en el presente, podemos disfrutar de cada momento, tomar decisiones más conscientes y reducir el estrés. Además, al estar presentes, podemos escuchar mejor nuestras emociones y necesidades, lo que nos ayuda a sanarnos y a crecer. Es una manera de vivir con más autenticidad, sin perder tiempo en lo que no podemos controlar.

Claro, alcanzar el estado de presencia requiere práctica, pero es muy poderoso. Un buen comienzo es enfocarte en tu respiración. Al detenerte unos segundos y tomar respiraciones profundas, puedes calmar tu mente y traer tu atención al ahora. Otra forma es conectar con tus sentidos: lo que ves, hueles, tocas, oyes. Esto te ancla al momento. También ayuda mucho la práctica de la gratitud, enfocándote en lo que tienes en este instante, en vez de lo que falta.

2025 es un parteaguas en nuestra existencia, y es importante estar muy atentos; estamos evolucionando y es la oportunidad que tenemos para construir un mundo mejor. 

¡Gracias por tu presencia, siempre es un gusto platicar contigo!

Tizzaysana

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